miércoles, 27 de abril de 2011

Características personales de un EMPRENDEDOR.

Antes de introducirnos de lleno en el proceso de creación de una empresa, vamos a seguir señalando caracteristicas personales del emprendedor en estos procesos. La planificación y el conocimiento son factores de éxito, pero es necesario saber que detrás de cada empresa, al comienzo y en la base de cada iniciativa hay personas y que es el equilibrio de todos los elementos (características personales, conocimiento, capacidad de acción, planificación, etc.) lo que nos dará la clave para mantener un rumbo firme en la iniciativa. Por ello, estas personas dispuestas a crear una empresa deben ser conscientes de que las siguientes características que se enumeran son las que deben conformar su carácter. Hay que aprovechar las que se poseen y trabajar para desarrollar las que no se posean tanto.

Un buen emprendedor se caracteriza por: 

  1. 1.- Tener ilusión. El entusiasmo, la motivación, etc. serán el mejor combustible en los primeros pasos de la nueva iniciativa.
  2. 2.- Tener confianza. Eso implica afrontar con ánimo las épocas menos buenas y tener claro en todo momento que nada se consigue en un día ni dos.
  3. 3.- Ser optimista. Las cosas siempre se pueden ver por un lado mejor lo cual no implica que se caiga en la autoindulgencia.
  4. 4.- Tener capacidad de actuar y querer aprender. Es decir que se debe conocer lo que se hace y esforzarse por aprender lo que no sepamos. El emprendedor por definición es una persona inquieta y debe demostrarlo de la mejor manera, con acción.
  5. 5.-Ser paciente.  La paciencia será nuestra mejor aliada, volveremos al tema en los consejos finales de este curso, pero el emprendedor debe saber que crear y hacer crecer algo es un tema de plazos y que estos suelen ser largos.  Las historias de éxito en poco tiempo o sin esfuerzo pueden existir, pero son la excepcion a la regla y no el patrón general


De Emprendedor a Empresario

No cabe duda que emprender, es uno de los pasos más trascendentales en la vida, muchos siguen viviendo rutinas diarias que aborrecen, por el miedo a dar ese salto tan importante y al que la mayoría de seres humanos rehúyen.

Hay quienes prefieren consumir sus vidas en la seguridad de un empleo, que reporte un ingreso mensual, aunque el sistema de compensaciones para los empleados cada vez es más mezquino; pasan quince, veinte y hasta treinta años, haciendo cosas que ya perdieron sentido desde hace décadas; si hacen un balance sincero, no tienen nada logrado que sea motivo de orgullo, tal vez un buen paquete de prestaciones, acumular pasivos. ¿Qué clase de negocio es ese?


La competitividad en la carrera profesional se vuelve una tragedia, cada día gente más joven se incorpora a las profesiones, gente con nuevas ideas, cargada de entusiasmo y pasión por lo que empieza. Pero el problema real no es la gente, tampoco es el trabajo, se dedican más de 48 horas semanales a la rutina y así pasan años, sin mayores progresos, atrapados en un sistema que es soportable pero no ideal. Si nos comparamos con los demás, nos damos cuenta que las cosas podrían ser peores, pues hay personas que permanecen años desempleados y sin lograr colocarse en un puesto de trabajo. Conseguir independizarse es y ha sido siempre un reto para gente con voluntad, con coraje, no es fácil; se establece un monólogo traicionero, ¿emprender? ¿Pero en qué? ¿Para qué? No sé hacer otra cosa, prefiero seguir haciendo lo mismo, no puedo perder mi tiempo.

El universo, el mundo está cambiando y por más que nos resistamos, esto no se detendrá, como seres humanos todos hemos tenido miedo, es incómodo salir de nuestra zona de seguridad, el esfuerzo psicológico que implica, hacer cambios, percibir los retos, proponer acciones, en lugar de esperar que nos den la lista de instrucciones que tendremos que ejecutar y hacia dónde dirigirnos. Entonces es sencillo no experimentar, sin darnos cuenta cerramos la puerta a las oportunidades. El mundo es generoso para quienes logran mirar con ojos nuevos.

Es preciso reinventar lo que ya existe, recuperar la curiosidad de los niños, hay conocimiento y maestros, muy cerca esperando a que te decidas, emprender es cuestión de hurgar en nuestros hábitos, de comenzar por pequeños cambios, de leer un poco más, de experimentar, de intentar.

Un colega de negocios me decía con frecuencia, “necesito oxigenarme, me estoy asfixiando”. Es cierto, el ser humano necesita física y mentalmente tomar aire nuevo, probar nuevas oportunidades, explorar; esto es algo vital en la vida y en los negocios. Ser EMPRESARIO solamente es cuestión de saber hacer uso de los resultados de nuestra experimentación, sacar de los problemas oportunidades, de las debilidades fortalezas, creer en nosotros mismos, entregarnos a la sabiduría de la creación y la naturaleza.

El éxito no está configurado por recetas o pócimas mágicas, por pre fórmulas que aseguren su aprehensión, el éxito no tiene reglas, es muy personal para generalizarlo, pero siempre está acompañado de la audacia para enfrentar la vida.


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